sábado, 8 de febrero de 2014

[Experiencias Roleras] Jorgetrola nos escribe sobre Wild Arms.


Tras un supermegaexitoso primer post, Adell me ofreció más sexo. Yo no podía negarme, así que he decidido que esta vez voy a comentar un RPG en español disponible para PlayStation y cualquier sistema que pueda emular a la consola de Sony: Wild Arms (PSX, 1996).

El juego nos ofrece a tres protagonistas que deberán destruir un antiguo mal que ha resurgido por la caída de los dioses actuales. Tópico, ¿eh?. Pues lo siento, pero esto no es más que el principio. El sello que cierra Wild Arms no es más que una forma de presentar a un juego original como pocos.

En 1996, plena era de oro de los RPG. ¿Cómo sobresalir con tanta competencia? Innovando. Y es que, sin contar quizás a Live A Live de SNES, Wild Arms es el único RPG ambientado en el salvaje oeste. Vale que es un salvaje oeste un poco descafeinado… La temática, diseño y OST son las que puedas ver en un Western, pero las situaciones son típicas de los RPG. Podría haber alguna misión en la que rescatáramos un tren de los indios o algo. Yo lo hubiera agradecido.



Venga, pasemos a hablar de los gráficos prerende… Aaaaaaaaa pillines. No, siendo de PSX Wild Arms no usa gráficos prerenderizados, si no que presenta todo bajo sprites. Aunque cuando digo todo quiero decir todo menos los combates, ya que estos se presentan en unos bonitos gráficos 3D con unos modelados que tiran un poco al chibi (En la medida de que son pequeñitos y muy redonditos. Tiran a lacasito). Así a primera vista el apartado pinta muy bonito, y lo es, ya que los enemigos tienen diseños muy muy originales. Lo malo es que igual podía explotar más la potencia de PSX ofreciendo efectos de batalla mejores.

Antes dije que la OST era bastante western… Y así es. El trabajo de Michiko Naruke está muy influido por las composiciones de Ennio Morricone, el compositor tras “El bueno, el feo y el malo” y otros spaghuetti western. Los parecidos son bastantes: Instrumentos muy sureños (Un banjo, por ejemplo) e incluso silvidos. La OST es realmente buena: Nadie pensaría que en un título tan de 2º línea se escondería una OST tan grande. Variedad, complejidad… Aunque todo ello bañado y diseminado por unos efectos de sonido cutres y algunos molestos.


El sistema de combate es tipicorro por turnos, con tres personajes con habilidades predefinidas y distintos. Para mejorar el combate tendrás una barra que conforme se llene irás soltando ataques más fuertes u otras habilidades, según cuanto se llene. No da muchas opciones el combate y tiene algunas trampas que sirven para ser inmortal fácilmente, pero es entretenido. Lo mejor son las mazmorras, en las cuales usarás los objetos que portan los personajes: Desde bombitas a ganchos, con un estilo muy zeldero. En ocasiones tendrás que llevar a cada personaje individualmente por caminos distintos. Las mazmorras son de la mejor parte del juego.

La trama, aunque con pocos diálogos y poca profundización en los personajes, tiene giros muy interesantes. En especial una escena me dejó impresionado de lo original que era. Las influencias de Tales of Phantasia son indudables en la trama, pero esta no es en ningún momento plagio ni mucho menos. Además, el relleno es inexistente o casi inexistente, cosa que se agradece y se desarrolla bastante bien, sin tener tiempos muertos.


Resumen para vagos: Wild Arms es un título muy personal. Tiene cosas que son simplemente magníficas y otras tantas que se podrían mejorar mucho ya que quedan muy cutres. Si quieres disfrutar de 30h de música impresionante y mazmorras entretenidas, adelante, pruébalo. Si no te gusta no te devolveré el dinero. ¡¡MUAJAJAJA!!


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